acaricia cicatrices
de heridas ya cerradas.
El poeta,
hunde su yema
en heridas abiertas.
El poeta,
eriza la piel
de corazones rotos.
El poeta,
llora,
gime,
aulla,
lamenta
y arranca
versos inconclusos
de almas desgarradas.
El poeta,
es como una mano
de largas uñas...
Aprieta fuerte
y no te suelta.
4 comentarios:
Quizá por eso todos huyen de los poetas.
Quizá por eso los poetas estén tan solos.
...y porque todos huyen de nosotros, estamos solos; quizá por eso somos poetas.
Como un bucle más vicioso que el del pez que se muerde la cola.
Publicar un comentario