martes, 2 de noviembre de 2010

Blanca noche.


Salimos del piso extasiados y destrozados. La noche se ha alargado tanto que pronto amanecerá. Esperamos el ascensor para que nos baje a la calle, mientras esperamos la observo, está demacrada y tiene un poco de coca en la punta de la nariz, le paso un dedo para limpiársela y luego me lo llevo a la boca. Yo tampoco me encuentro nada bien, mi corazón bombea de forma arrítmica y siento que estoy en el límite.
Entramos al ascensor y nos observamos en el espejo, mirando nuestras caras, luego nos miramos a los ojos y sin decir nada estamos de acuerdo en que nos hemos vuelto a pasar, una noche más. Saca un tarrito en el que guarda un poco de coca, hunde un dedo en él y se mete un tiro, me ofrece poniendo su dedo delante de mi cara y a pesar de todo no me lo pienso dos veces. Apoya la cabeza en mi hombro y ahora todo me importa una mierda.

Salimos del ascensor dando tumbos por la calle, nos tapamos los ojos con las manos aunque el sol aún no ha salido, pero la claridad nos resulta insoportable. Ando muy deprisa, directo a la parada de taxis, ella va tras de mi tirándome de la chaqueta, prácticamente voy corriendo y no puede seguirme el ritmo, pero no paro ni un instante, no logra seguir mis pasos y termina cayendo al suelo, me acerco a levantarla cuando saca el puto tarrito de coca, le golpeo la mano que lo sostiene y el tarrito cae al suelo derramando lo poco que queda, luego le golpeo en la cara, la agarro de un brazo y la levanto, entramos a un taxi, doy una dirección mientras me limpio la sangre que cae de mi nariz con la manga de la chaqueta.
Llegamos al piso, su piso. Nos tiramos vestidos en la cama, ella se duerme al instante, yo no logro conciliar el sueño pensando que al amanecer me sentiré viejo y cansado, aparto esos pensamientos rápidamente y observo su cuerpo tirado de cualquier manera mientras los primeros rayos del sol entran por la ventana, al final caigo rendido por el sueño. Mañana sería un nuevo día... o no.

3 comentarios:

Raúl dijo...

Derrotas.
Un retrato -reconocible- de las derrotas.

M.G. dijo...

Me gusta ^^
En otra ocasión te escribiría un comentario larguísimo pero ahora no domino las palabras ni siquiera para eso...En fin, será pasajero.
Saludos!^^

Jesse Custer dijo...

Gracias por dejar tu huella Raúl.

Alma, me alegra que te haya gustado, gracias por leerme pues si nadie lo hiciera no tendría sentido nada de eso.

Saludos.