martes, 30 de diciembre de 2014

La guerra ha empezado.


He pasado años enteros contando historias marginales que no he vivido, escribiendo sobre mujeres que no he conocido, drogas que no me he atrevido a probar, borracheras en tugurios que nunca han ocurrido, bancos de la calle donde no he dormido, camellos con los que nunca he tratado, cuerpos desnudos y sexo que no he probado. He escrito durante años la misma mierda y ahora estoy viejo y un poco más cansado, los años dorados donde vomitaba una buena historia han pasado y sonrío al volver la vista atrás. Pero no estoy acabado, aún tengo algo que decir desde mi pupitre en la última fila, la guerra no ha hecho más que empezar, aún tengo unos años buenos por delante.

© La palabra de Jesse Custer 2014

martes, 23 de diciembre de 2014

Voyeurs.


Nos sentíamos observadas, espiadas, vigiladas, descubiertas, pero nos gustaba esa sensación, esa perturbación aprobada y ese morbo, esa aprobación del ojo ajeno.

© La palabra de Jesse Custer 2014

martes, 16 de diciembre de 2014

Bad girls.


Me encontraba llorando en el coche, estaba aparcada frente al mcdonals comiendo patatas fritas y escuchando una triste lista de reproducción que ya tenía bastante quemada, cuando de pronto un hombre negro dio un golpecito en la ventanilla del coche, me dijo algo que cambiaría mi vida: -Bad girls do not cry.

© La palabra de Jesse Custer 2014

jueves, 11 de diciembre de 2014

Volver a verte.


Hoy volveré a verte, parece que ha pasado tanto tiempo desde la última vez... Disimularé que no te he echado de menos, disimularé que estas noches sin ti he dormido tan bien como un niño  y que la cama no la sentí vacía sin tenerte a mi lado, daré por sentado que estaremos bien. Cógeme la mano, déjate llevar yo guiaré tus pasos, te quiero conmigo, yo me dejaré llevar también, llévame hasta donde estés dispuesta, disimularé que no me pongo nervioso, disimularé una sonrisa que no seré capaz de esconder. Hoy volveré a verte, y parece que haya pasado tanto tiempo desde la última vez...

© La palabra de Jesse Custer 2014

Te abrazaré...


"Te abrazaré tan fuerte que romperé tus miedos"

© La palabra de Jesse Custer 2014

martes, 9 de diciembre de 2014

Confundido.


Sentado en el abismo, ese abismo de siempre, empecé a fantasear con ella, la suave brisa se mezcló con el olor de su piel y una vez más la fantasía se confundió con la realidad. Su pelo podía tocarlo alborotado por el viento, sus ojos podía verlos confundidos dentro de los míos, su piel podía olerla tan dulce y tan delicada, sus labios podía sentirlos tan húmedos y tiernos. Una vez más me pregunté si era un sueño o estaba ocurriendo de verdad. A veces estaba convencido de la realidad. A veces estaba convencido del sueño. Otras veces, simplemente confundido.

© La palabra de Jesse Custer 2014

¿Bailamos?


Solo es un baile para dos y ella baila conmigo y lo hace sin parar, baila cuando suena la música, no importa que esté demasiado alta ni demasiado baja, se desmelena y me mira y no me quita ojo, sonríe y baila con rabia, rebelde, con euforia, salvaje, sé lo que piensa cuando lo hace, es toda una fiera indomable, su cuerpo es bravío y su danza feroz. Sería demasiado atrevido unirse a ella, algo imprudente y temerario pero cuando te das cuenta estás atrapado entre sus brazos, arrestado a su cintura, prisionero en su calor y te encuentras sin escapatoria y sin salida en un baile que no tiene final, clavado en su mirada, donde nunca quieres terminar. Solo es un baile para dos.

© La palabra de Jesse Custer 2014

viernes, 5 de diciembre de 2014

Este cuento ha empezado.


¡Cuerpo a tierra!: -Hay una chica nueva en la ciudad, hija de la vieja escuela y de mil batallas, está cansada de pasar su vida con gente a la que nunca llega a conocer, ya no necesita nada, ya no confía en nadie, no quiere canciones de cuna ni canciones de amor, no busca un lugar exacto donde ir y no se arrepiente de nada, hace lo que quiere sin pedir permiso y ya no se deja caer, ni siquiera ahora que su mundo está patas arriba y es más difícil refugiarse. Ojalá me la encontrase fumando en el parque, sentada en un banco, ojalá tuviera el valor de decirle que no pasa nada, ojalá que pasara la noche conmigo, ojalá que me diera lo que no le pido.

© La palabra de Jesse Custer 2014